Isabel Altamirano ejerciéndo su profesión de docente y asesora en diferentes escuelas de la provincia de Urubamba, tuvo la experiencia de encontrar realidades bastante crudas para niños de comunidades alto andinas, quienes con edades que oscilan desde los 6 años hasta los 12 años hacen grandes caminatas por 1 a 3 horas diarias de sus casas al paradero donde esperar un bus que los lleve recién a sus diferentes escuelas en la provincia de Urubamba. El interés de sus padres porque sus niños tengan una educación que no pueden tenerla en sus propias comunidades , hace que estos niños migren a las escuelas de la provincia más cercana que pueda acogerlos.

Es así que Isabel hizo un acomodo en su propia casa para poder brindar acogida a 4 niños, quedándose en el calor de su hogar de lunes a viernes para retornar a sus casas el viernes por la tarde. La necesidad de atención de este tipo de casos de niños en condiciones de vulnerabilidad y de muy bajos recursos económicos, hizo que el número de niños aumentaba en el hogar de Isabel, teniendo que inscribirse formalmente como asociación civil sin fines de lucro el año 2009.

Con el paso del tiempo los niños fueron aumentando hasta saturar totalmente la capacidad de los ambientes destinados para el dormitorio de los niños y niñas, aun habiendo reducido espacio con amarotes que llegaban hasta el techo.

Actualmente 23 niños viven con nosotros en una nueva infraestructura, construida gracias a las donaciones de amigos alemanes de la parroquia de Neckargerach y con el apoyo del BMZ (Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania).

Cuando vieron la realidad aquí y aprendieron a entenderla, nuestros amigos hicieron todo lo posible para ayudarnos con esta nueva construcción. Siempre estaremos muy agradecidos.